Si el mundo fuese mono-tono no tendríamos problemas para organizarnos socialmente. Vibraríamos felizmente sin movernos de nuestro sitio, bien ordenados como langostinos congelados dentro de una caja de cartón. Sin embargo todo fluye, todo cambia, como les sucede a las partículas de estos yantras o mándalas sónicos que cuando varían las frecuencias de su pequeño mundo son movidas constantemente en diferentes pautas, obligadas a mezclarse unas con otras.
2 comentarios:
Que poeta llevas dentro David, lo de los langostinos me ha llegado. Mario
wow¡ es increible...
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